Existen muchas soluciones en el mercado que pueden evitar la propagación de gérmenes en aulas y lugares de trabajo, pero ¿cuál de ellas puede garantizar una protección antimicrobiana duradera?
Limpia. Desinfecta. Pero, ¿cuánto duran? Cuando se trata de proteger a las personas contra los gérmenes causantes de enfermedades, ¿estamos utilizando realmente las soluciones adecuadas? Echemos un vistazo a los tipos de desinfectantes que tenemos a nuestra disposición y veamos si pueden o no evitar la transmisión de gérmenes a través de la superficie durante periodos de tiempo prolongados.
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Nano-ionic silver vs. other disinfectants
Alcohol
El alcohol, uno de los desinfectantes más comunes, es conocido por ser una forma rápida de eliminar los gérmenes de las manos o las superficies contaminadas.1 Los expertos recomiendan utilizar alcohol etílico al 70% como germicida para desinfectar superficies pequeñas.2 Para artículos mucho más grandes, es mejor desinfectar utilizando otras soluciones. Esto se debe a que el alcohol empieza a evaporarse al contacto. Otro inconveniente del uso de alcohol es que, además de ser inflamable, su uso repetido puede provocar la decoloración, el endurecimiento o incluso la deformación de las superficies si el material del que están hechas no está diseñado para soportar la corrosión del alcohol.
Lejía
Al igual que el alcohol, la lejía es un producto de limpieza fácil de conseguir. Diluida con la cantidad justa de agua, puede utilizarse para desinfectar superficies durante una hora. Aunque es rentable, tiene el inconveniente de que la materia orgánica la inactiva con facilidad.3 Además, si se utiliza de forma inadecuada -sin el equipo de protección necesario, como mascarillas o guantes- puede provocar náuseas, quemaduras en la piel y otras lesiones relacionadas.
Compuestos de amonio cuaternario (QAC)
Las fórmulas de QAC, que se utilizan habitualmente para desinfectar espacios hospitalarios, también están muy presentes en los productos de limpieza cotidianos. Se sabe que tienen efectos germicidas contra las bacterias y algunos virus.4 Para combatir el moho y otras cepas de hongos, es necesario utilizar una concentración muy alta. Al igual que la lejía, los QAC también pueden inactivarse fácilmente, pero esta vez por el agua con alto contenido mineral, las sustancias que contienen grasa y algunos jabones y detergentes.
Plata nanoiónica
En comparación con los desinfectantes líquidos, la plata nanoiónica garantiza una eficacia más duradera contra los gérmenes. Aplicada sobre materiales, una capa de plata nanoiónica crea una capa resistente a los gérmenes que contrarresta activamente la propagación de bacterias nocivas, detiene el crecimiento de hongos e impide la transmisión de algunos virus. Su eficacia a largo plazo depende de cómo se apliquen las nanopartículas de plata a las superficies y de cómo se mantengan dichas superficies a lo largo del tiempo.5
La plata nanoiónica puede aplicarse a los materiales de varias formas. En la electrónica táctil, como teléfonos, tabletas y pantallas interactivas de gran formato, el compuesto se aplica normalmente a una pantalla o sustrato, que puede ser de plástico resistente, vidrio u otros materiales robustos.
Diferentes métodos de aplicación del recubrimiento de plata nanoiónica
Revestimiento por pulverización
El primer método de aplicación consiste en rociar directamente un compuesto de plata nanoiónica sobre un sustrato. Cuando el compuesto se seca a temperatura ambiente, la plata nanoiónica se adhiere a la superficie. Los recubrimientos aplicados de este modo sólo duran uno o dos días, dependiendo del uso que se haga de la superficie.
Revestimiento fotocatalítico
Para prolongar su eficacia, se puede añadir plata nanoiónica a un revestimiento fotocatalizador. Como su nombre indica, este tipo de material se activa cuando se expone a la luz, concretamente a la luz ultravioleta. Una vez activadas, las nanopartículas de plata empiezan a interactuar con los gérmenes que se encuentran en la superficie e impiden que sigan propagándose. Esto esteriliza temporalmente la superficie recubierta. Aunque la eficacia de este tipo de recubrimiento de plata nanoiónica dura más que el recubrimiento por pulverización, sólo puede garantizar un mes de protección.
Recubrimiento a baja temperatura
El curado de sustratos en plata nanoiónica a baja temperatura prolonga la protección contra gérmenes hasta un año. Este proceso consiste en calentar el sustrato curado en hornos industriales a temperaturas inferiores a 100 °C. La superficie del sustrato se convierte en un revestimiento de película seca con un grosor que oscila entre 15 y 35 micras. Este tipo de revestimiento es adecuado para plásticos o materiales que no pueden soportar altas temperaturas.
Revestimiento de alta temperatura
Calentar un sustrato curado, a menudo vidrio, a temperaturas superiores a 400 °C permite que la plata nanoiónica se incruste completamente en el material. Transcurrido cierto tiempo, la temperatura se reduce gradualmente, lo que permite que las partículas de plata nanoiónica se adhieran al vidrio al enfriarse. Este método prolonga la eficacia de la superficie resistente a los gérmenes hasta unos cinco años o más.
BenQ es el primer y único proveedor de soluciones que ofrece pantallas interactivas de gran formato con pantallas resistentes a los gérmenes, que se incrustan con plata nanoiónica a altas temperaturas. Esto se traduce en una eficacia duradera contra los gérmenes, reconocida tanto por TÜV Rheinland como por la SIAA. Si desea más información sobre nuestras pantallas resistentes a gérmenes, consulte nuestras pantallas interactivas para empresas y centros educativos.
References
- Graziano, M, et al., 'Effectiveness of disinfection with alcohol 70% (w/v) of contaminated surfaces not previously cleaned', Revista Latino-Americana de Enfermagem, March-April 2013.
- World Health Organization, 'Infection prevention and control of epidemic- and pandemic-prone acute respiratory infections in health care', WHO, 2014, p. 65.
- Ibid., p. 66.
- McDonnel, G., 'Sterilization and Disinfection', Encyclopedia of Microbiology (Third Edition), Academic Press, 2009, p. 529-548.
- Seltenrich, N., 'Nanosilver: Weighing the Risks and Benefits', Environmetal Health Perspectives, volume 121, 1 July 2013, p. A220-A224.