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Para los jugadores que se lo toman en serio, el éxito se reduce a decisiones adoptadas sobre la marcha en una fracción de segundo. Por ello, deben asegurarse de que nada se interponga en su toma de decisiones, incluido el equipo que utilizan para jugar. Desde los accesorios hasta el hardware principal, los jugadores expertos están acostumbrados a pedir el equipo de mayor rendimiento que puedan encontrar, y lo mismo pasa con sus soluciones de visualización.
Sin embargo, cuando se trata de jugadores que buscan una experiencia más inmersiva, está surgiendo un creciente movimiento que los aleja de los televisores o pantallas tradicionales y les hace decantarse por los proyectores para juegos. A la hora de buscar el proyector ideal, uno de los principales criterios de estos jugadores para juzgar el rendimiento del dispositivo es el retraso de entrada.
Pero, ¿qué es exactamente el retraso de entrada? ¿Cómo se mide el retraso de entrada de un proyector? ¿Cómo puede reducir el retraso de entrada de un proyector? ¿Es el retraso de entrada el factor clave para juzgar el rendimiento de un proyector? Estas son las preguntas que este artículo trata de responder.
En el caso de los proyectores, el retraso de entrada, o latencia, se refiere al tiempo transcurrido entre que el proyector recibe la señal de audio/vídeo de la fuente de entrada (la consola de videojuegos) y el momento en que se proyecta realmente el vídeo que corresponde a esa señal, lo que puede causar problemas como el tiempo de retraso o los parones en la imagen. Debido a este fenómeno y a cómo puede afectar a nuestra capacidad para jugar al más alto nivel, un tiempo bajo de retraso de entrada es uno de los factores clave en los que debemos fijarnos al determinar si un proyector mejorará o empeorará nuestras habilidades de juego, ya que deseamos que muestre instantáneamente el vídeo que la consola le está transmitiendo, con el fin de poder tomar esas decisiones en una fracción de segundo.
Vale la pena señalar que el tiempo de retraso de entrada no es lo mismo que el tiempo de respuesta. El tiempo de respuesta en los juegos es el transcurrido entre que se pulsa un botón del mando y el momento en que el personaje realiza la acción correspondiente. Por lo tanto, involucra a todo el hardware implicado en el juego, mientras que el retraso de entrada se refiere solo a la parte de la ecuación relativa a la señal de entrada y el proyector.
Ahora que sabemos qué es el retraso de entrada, el siguiente paso es averiguar cómo medirlo y cómo se puede aplicar este conocimiento para elegir un proyector para juegos. En la mayoría de los proyectores para juegos, el tiempo de retraso de entrada se indica en las especificaciones del producto utilizando el milisegundo (ms) como unidad de medida, por lo que, en un proyector con un tiempo de retraso de entrada de 16 ms, transcurrirán 16 milisegundos entre que recibe la señal de la consola y el momento en que proyecta la imagen resultante. A algunos esto puede parecerles una nimiedad pero, para los jugadores que se lo toman en serio, podría ser cuestión de vida o muerte (en sentido figurado, claro está). Los cálculos empleados para obtener el valor en sí son el resultado de la resolución y la frecuencia de refresco del proyector, junto con la ingeniería del aparato. Por ello, la mayoría de las especificaciones que indiquen el tiempo de retraso de entrada también mencionarán las condiciones en las que se midió ese valor, incluyendo la resolución, la frecuencia de refresco y el posible modo de vídeo utilizado, todo lo cual deben tenerlo en cuenta los jugadores al comparar un proyector.
Análogamente, la frecuencia de refresco o frecuencia de actualización, es otro concepto útil a la hora de juzgar el rendimiento de un proyector. Estrictamente hablando, la frecuencia de refresco es la velocidad a la que un proyector plasma las imágenes o fotogramas en una transmisión de vídeo. Podemos entenderlo, básicamente, como la velocidad de fotogramas de un vídeo proyectado. Mientras que la velocidad de fotogramas se mide generalmente en fotogramas por segundo (FPS), la frecuencia de refresco se mide en hercios (Hz), aunque ambos son prácticamente lo mismo. Así pues, en otras palabras, un proyector con una frecuencia de refresco de 120 Hz proyecta 120 fotogramas por segundo. La razón por la que la frecuencia de refresco es una medida importante para el rendimiento de un proyector es que si es alta, es decir, se proyecta un mayor número de fotogramas por segundo, se obtiene un vídeo con un movimiento más limpio, suave y menos borroso.
Sabiendo cómo se mide el tiempo de retraso de entrada y cómo se puede encontrar en las especificaciones de un proyector, ¿cómo se supone que un usuario debe asegurarse de que el proyector que ha comprado ofrece el tiempo de retraso de entrada anunciado en sus especificaciones? Una cantidad considerable de proyectores para juegos presentes en el mercado cuentan con un modo rápido preconfigurado cuya habilitación ayuda a reducir el retraso de entrada. Al ir a comprar un proyector, es recomendable que los jugadores comprueben si su candidato incluye un modo de este tipo y, una vez que lo hayan comprado, que lo activen antes de jugar. Aparte de eso, también se recomienda encarecidamente que los jugadores aumenten aún más la velocidad de su proyector desactivando cualquier función adicional de procesamiento de imágenes, como la corrección trapezoidal, las manipulaciones de la relación de aspecto y el overscan. Así se reforzará aún más el modo rápido y se garantizará que el proyector funcione a la mayor velocidad posible.
Aparte de todo lo dicho anteriormente sobre el retraso de entrada, también hay muchas otras consideraciones que deben tenerse en cuenta al comprar un proyector para juegos, especialmente si se pretende crear una experiencia de juego más inmersiva. Esto incluye prestar atención a la precisión del color, la calidad general de la imagen y la reproducción de los detalles por parte del proyector. En el caso de BenQ, esto ha conducido al desarrollo de nuestro GameMaestro™. GameMaestro combina características tales como modos especiales de vídeo/sonido y ajustes del detalle pensados concretamente para diferentes géneros de juegos, además de un modo rápido de alto rendimiento que reduce al mínimo el retraso de entrada.