¿Cuáles son las diferencias entre jugar en un proyector, un televisor y un monitor?

Tras la llegada de PS5 y Xbox Series X/S y su posterior reinado en el universo de los juegos de consola, las pantallas 4K HDR han pasado a ser una necesidad para jugar. Análogamente, también en PC el 4K es el segmento de resolución de más rápido crecimiento y con hardware más novedoso que convierte al Ultra HD en una opción popular y factible para los juegos de PC, incluso en el caso de los títulos más exigentes. Así pues, el punto de referencia para todas las pantallas destinadas a jugar debe ser 4K con HDR y, por supuesto, que ofrezca un bajo retraso de entrada.

No obstante, cabe preguntarse qué tipo de pantalla es la más adecuada para cada usuario. Al fin y al cabo, tanto los proyectores, como los televisores o los monitores tienen sus ventajas. Decidir cuál es el mejor depende de la situación de cada uno, desde cómo es nuestro hogar hasta qué tipos de juegos nos gustan. Además, también cabe la posibilidad de optar por más de uno: muchos jugadores consideran una configuración muy satisfactoria usar un proyector para la consola y un monitor para jugar en PC.

Obviamente, uno de los factores importantes a tener en cuenta es el presupuesto, dado que los tres tipos de pantalla incluyen modelos que van desde el nivel de iniciación hasta los equipos más prémium y costosos.

Repasaremos aquí los principales aspectos que han de considerarse a la hora de elegir entre un proyector, un televisor o un monitor para juegos. 

Probablemente, la distancia sea el factor más importante para disfrutar al máximo de la visualización. Si el espectador se sienta demasiado cerca, verá muchos detalles y maximizará los beneficios de la resolución de su pantalla, pero también se cansará, podría distinguir los píxeles individualmente (no se ve bien) y, probablemente, tendrá dificultades para seguir la acción del juego si usa un televisor de pantalla grande o un proyector. Si se sienta demasiado lejos y la resolución da igual, se perderá detalles y un costoso televisor o proyector 4K bien podría convertirse a todos los efectos en una pantalla normal de 1080p.

La distancia de visualización viene determinada en buena medida por el tamaño de la propia sala. Por ejemplo, en una sala de estar pequeña, una pantalla de proyector de 150 pulgadas resultaría abrumadora, lo mismo que un televisor de 75 pulgadas. Por el contrario, cuando se dispone de mucho sitio, tratar de abaratar adquiriendo un televisor de 55 pulgadas sería un completo desperdicio, ya que basta estar a 1,2 metros de la pantalla para disfrutar verdaderamente del 4K.

Volviendo a THX, que es una de las autoridades principales en lo que a distancias de visualización se refiere, recomiendan lo que se describe como un ángulo de visión horizontal, o campo de visión, de 36 grados. Dicho ángulo corresponde mejor con nuestro campo de visión natural y THX lo describe como el más cinemático. Esto también es aplicable a los juegos y solo los proyectores brindan tamaños de pantalla lo suficientemente grandes como para proporcionar un campo de visión de 36 grados desde un asiento en la posición óptima. En cuanto al eje vertical, no deberíamos tener que mover la cabeza más de 15 grados hacia arriba o hacia abajo. Este recurso aporta más información sobre los requisitos de THX.

Algunas recomendaciones de tamaño de habitación y pantalla basadas en configuraciones habituales:

-        En habitaciones muy pequeñas, como de 2 x 3 metros, es mejor optar por un televisor para juegos de 55 pulgadas y sentarse a menos de dos metros de distancia.

-        En habitaciones pequeñas, de 3 x 4 metros, lo mejor es una pantalla de proyector para juegos de 80 pulgadas o un televisor para juegos de 75 pulgadas, con una distancia óptima de visualización de 2,5 a 3 metros.

-        Las salas medianas, de 3,5 x 5,5 metros, son ideales para una pantalla de proyector de juegos de 100 pulgadas con una distancia de visualización de algo más de 3 metros.

-        Las salas grandes, de 4,5 x 6 metros o más, son merecedoras de un proyector para juegos de 120 pulgadas y hay que sentarse a aproximadamente 4 metros de la pantalla. 

El 4K es el nuevo estándar, por lo que puede disfrutarse de él en una amplia variedad de pantallas, desde las más económicas hasta las prémium. Por sí mismo, el término 4K no indica mucho más que la cantidad de píxeles y, además, que luzca "HDR" en la caja no implica que brinde la experiencia de alto rango dinámico más impactante. La marca y los datos concretos del producto son lo importante y, obviamente, afectan al precio.

En general, los monitores son los más baratos, seguidos de los televisores en general (no para juegos), los proyectores para juegos y, finalmente, los televisores específicos para juegos, que son los más caros. Si podemos permitírnoslo y de verdad queremos disfrutar de la mejor experiencia de juego posible, debemos optar por televisores que ofrezcan 4K a 120 Hz, HDR, VRR y HDMI 2.1. Hay que tener presente que, en el momento de escribir este artículo, los proyectores para juegos no ofrecen aún VRR y HDMI 2.1, por lo que, en cuanto a las especificaciones en sí, son los costosos televisores para juegos los que brindan la mejor experiencia. Si lo que más nos importa es el tamaño de la pantalla, entonces nuestra opción son los proyectores de juegos, ya que no hay ningún otro tipo de dispositivo capaz de ofrecer imágenes de cine de 120 pulgadas o incluso más.

Si lo prioritario es reducir el coste, porque nuestro presupuesto no da para más, entonces habrá que sacrificar algo: tamaño de pantalla, rendimiento, características... algo tenemos que perder. Tampoco pasa nada, porque no hay que embarcarse en comprar algo que no se pueda pagar. Hay muchos monitores para juegos disponibles en un amplio abanico de precios y es fácil encontrar un monitor 4K HDR de discreto tamaño por un precio razonable.

Los televisores estándar, no destinados específicamente a jugar, también pueden servir y cuestan del orden de una tercera parte del precio de los televisores para juegos de gama alta. Son especialmente versátiles si se quiere jugar un poco (sin que nos importen las mayores especificaciones) y, además, queremos disfrutar de las películas y los programas de televisión.

Una vez más, si tenemos en mente el mayor tamaño y formato de pantalla posible, la elección está clara: proyectores para juegos. Aunque cuestan más que los televisores normales, ofrecen una magnífica relación calidad-precio, para no mencionar el hecho de que, obviamente, se llevan la palma en cuanto al mayor tamaño de pantalla. Con ellos, obtenemos no solo la pantalla enorme e inmersiva, sino también el mismo bajo retraso de entrada, el HDR y el 4K de los televisores para juegos. De momento, los únicos inconvenientes son la falta de HDMI 2.1, VRR y alta frecuencia de refresco en 4K. No obstante, para ser sinceros, los juegos de PS5 y Xbox Series X/S con 4K a 120 Hz son extremadamente raros y la mayoría van mejor en 4K a 30 Hz o 4K a 60 Hz, condiciones estas en que los proyectores para juegos superan en calidad a los televisores para juegos.

En resumen, elegir la pantalla que mejor se adapta a nosotros entre monitores, proyectores para juegos y televisores para juegos exige considerar detalladamente qué géneros nos gustan y dónde los jugamos. En general, los monitores ofrecen las pantallas más rápidas, pero son mejores para PC, mientras que los televisores para juegos más caros son los que ofrecen más funciones y están mejor optimizados para las videoconsolas. Justo en medio de ambos se sitúan los proyectores para juegos, con su tamaño inigualablemente grande y ofreciendo experiencias de juego auténticamente cinematográficas. Solo el propio usuario puede decidir qué opción es la mejor en su caso, así que recomendamos dedicar un tiempo a ponderar todos los factores que hemos mencionado e investigar los productos en el mercado para poder adoptar una decisión bien documentada. ¡A jugar!