La EdTech (Tecnología Educativa) no sólo abre nuevas oportunidades para la colaboración entre profesores y alumnos, sino que también aumenta las inscripciones, protege la salud y permite nuevos modos de aprendizaje. Por eso, tanto los gobiernos como las instituciones educativas privadas están invirtiendo mucho en la actualización de sus infraestructuras tecnológicas.
La matriculación de estudiantes en todo el mundo está creciendo, según un informe reciente de la Comisión Europea, se espera que la demanda mundial de educación superior crezca exponencialmente, pasando de los 100 millones de estudiantes actuales a más de 250 millones en 2025. Se ha reinventado la experiencia de aprendizaje de los estudiantes gracias a la EdTech, la pizarra tradicional está desapareciendo para dar paso a herramientas digitales interactivas que mejoran la participación de los estudiantes sacando lo mejor de cada uno de ellos y reconociendo sus dones, talentos y habilidades.
Como todos los avances tecnológicos nuevos, las pizarras interactivas conllevan un nuevo conjunto de retos. Las bacterias que se comparten entre los estudiantes en una pizarra interactiva pueden causar graves enfermedades, además, varios estudios han demostrado que la luz azul de onda corta y alta energía que emiten las pantallas interactivas, los monitores y las pantallas digitales provocan miopía y degeneración macular, patologías que se han duplicado en los últimos 50 años y afecta ahora a la mitad de los adultos jóvenes europeos. Afortunadamente, las marcas de EdTech están trabajando para solucionar estos problemas siendo pioneras en tecnologías que protegen la salud de alumnos y profesores tales como pantallas planas interactivas que eliminan las bacterias y evitan daños en los ojos.
La reciente encuesta de Bradford Networks "Impact of BYOD on Education", que abarcó a más de 500 profesionales informáticos en universidades de Estados Unidos y Reino Unido, reveló lo siguiente: El 89% de los profesionales informáticos afirmaron que permiten a los estudiantes utilizar sus propios dispositivos en las redes del campus. Las escuelas privadas emprendedoras y universidades nuevas están adoptando este cambio, los ejemplos van más allá de ver vídeos de YouTube, sino que incluyen también la colaboración mediante herramientas de redes sociales como Instagram y dispositivos de productividad de documentos como Google Jamboard. Esta práctica ayuda a que los estudiantes puedan integrar en su experiencia educativa con la tecnología a la que ya están acostumbrados en casa.
Las aulas interactivas o "invertidas" se han convertido en un estándar en las escuelas de todo el mundo. Por ejemplo, en una clase tradicional, veríamos a un grupo de estudiantes sentados en silencio, escuchando a los profesores y tomando notas. En una clase invertida, veríamos a los estudiantes dispersos por toda la sala, discutiendo animadamente sobre el tema entre ellos mientras usan pantallas digitales en la paredes y mesas. Imagínate cómo puede influir una mayor participación de los estudiantes en los resultados del aprendizaje, además de las ventajas que supone para maestros y profesores.
"Con un legado de 126 años, Ipswich Girls Grammar School, una escuela privada líder en Australia, ha mejorado mucho el proceso de aprendizaje gracias a EdTech".
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