Con la contaminación por materia particulada en su punto más alto, se ha convertido en una prioridad para los líderes educativos proteger su inversión en tecnología educativa. La fiabilidad se ha visto afectada y, en el escenario educativo de India, ahora es inaceptable que un proyector se averíe durante una clase.

Las soluciones a prueba de polvo ofrecidas por algunas compañías de tecnología educativa de primer nivel garantizan que el producto no se averiará y permanecerá seguro incluso contra partículas de nivel PM 2.5. En India, donde PM 2.5 y 10 son las principales fuentes de contaminantes no solo para las personas, sino también para las máquinas, es fundamental tener un proyector a prueba de polvo.

Con aulas que se están llenando rápidamente con cada año que pasa, ahora es un requisito previo que los proyectores se monten a solo unas pocas pulgadas del área de proyección. Esto asegura que no se ocupe espacio excesivo y se eliminen todas las distracciones de deslumbramientos y sombras.

Existen múltiples formas de lograr interactividad en el aula, desde un pizarrón digital hasta tabletas individuales. Pero la más eficiente en términos de costos es utilizar un proyector interactivo. Los proyectores interactivos permiten que cualquier superficie se convierta en un espacio interactivo donde profesores y varios estudiantes pueden colaborar. En nuestro país, donde tanto el espacio como el dinero son limitaciones, tiene un enorme sentido práctico buscar la interactividad a través de un único dispositivo que sea rentable.

Ahora necesitan que sus proyectores sean de lúmenes extremadamente altos para asegurar que todas las presentaciones sean visibles incluso en un aula alegremente iluminada.

La aparición del BYOD (trae tu propio dispositivo) y su popularidad se pueden atribuir al hecho de que tanto estudiantes como profesores prefieren usar sus dispositivos personales, ya sean laptops, smartphones o tabletas, en lugar de dispositivos de presentación proporcionados por la organización. También se ha observado que el BYOD puede traer beneficios significativos al aula. Compartir contenido a través de tabletas, smartphones y dispositivos personales hace que estos sean útiles para muchos escenarios diferentes en el aula, desde presentaciones de estudiantes hasta sesiones de capacitación para profesores.