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Ha llegado la hora de comprar un nuevo monitor de juegos para nuestro PC o consola y hay un montón de cosas que tener en cuenta: resolución, tamaño de pantalla, frecuencia de refresco, tiempo de respuesta, tipo de panel, curvo o plano... y podríamos continuar. Por ello, hemos decidido contribuir a esa decisión compilando una guía rápida pero definitiva para ofrecer una idea más clara de lo que se ofrece en el ámbito de los monitores para juegos. Estamos seguros de que esto ayudará a encontrar una buena pantalla para las necesidades de juego de cada cual, ya se trate de jugadores competitivos profesionales de títulos multijugador que buscan las mayores velocidades de fotogramas o de aficionados a las campañas para un solo jugador a los que les encanta sumergirse en cada píxel.
Es un aspecto fundamental de un monitor y, probablemente, el más importante, ya que afecta a casi todas las facetas de la pantalla, a excepción del sonido, tal vez. Actualmente existen tres variedades principales de monitores LCD, con diferentes características. Sin embargo, todos tienen sus ventajas y puede que las diferencias no sean necesariamente como de la noche al día.
TN (Twisted Nematic): Sigue siendo el tipo de panel más rápido, por lo que si nos topamos con un monitor de 360 Hz, es casi seguro que será TN. Si buscamos las mayores frecuencias de refresco y los tiempos de respuesta más rápidos, los paneles TN no nos decepcionarán. En el lado negativo, aún adolecen de ángulos de visión más reducidos y de una reproducción del color menos atractiva, aunque los niveles de negro y el contraste están bien.
VA (Vertical Alignment): Son buenos para todo en general. Ofrecen un excelente contraste, un tiempo de respuesta respetable, buenos colores y mejores ángulos de visión que los TN. Los paneles VA se encuentran en un punto intermedio y por eso son tan populares, especialmente en el caso de los monitores y televisores de mayor tamaño. Tienen una ligera tendencia a sufrir efectos fantasma, pero la mejora de su tecnología ha eliminado en gran parte este defecto. No son tan rápidos como los TN, pero están cerca.
IPS (In-Plane Switching): Se consideran los más competentes en cuanto a rendimiento del color y ángulos de visión. Sus tiempos de respuesta y sus frecuencias de refresco son similares a los de los VA, de modo que son más lentos que los TN, pero aun así están bien para la mayoría de las necesidades. La mayor ventaja de la tecnología IPS es la presentación del color, que es muy superior a las otras dos variedades de LCD, si bien los IPS son conocidos por no ser óptimos en lo que se refiere a contraste y niveles de negro.
Recomendamos obtener más información sobre los tipos de paneles y echar un vistazo más de cerca a los paneles IPS en particular.
Mientras que los monitores en general varían de tamaño entre 22 y más de 50 pulgadas, los monitores para juegos más populares se encuentran en la horquilla de 25 a 35 pulgadas. Las resoluciones se han estabilizado durante los últimos seis años hasta quedarse en 1920x1080 (Full HD 1080p), 2560x1440 (QHD o 2K) y 3840x2160 (4K o UHD). Asimismo, existen versiones ultrawide de estas resoluciones. Al plantearnos el tamaño de la pantalla, también debemos pensar en la relación de aspecto. Las pantallas “normales” son 16:9, mientras que los monitores ultrawide vienen en formatos de 21:9 o incluso 32:9.
En el equilibrio entre tamaño y resolución, deberíamos esforzarnos por lograr una densidad de píxeles de alrededor de 100-120 píxeles por pulgada, lo que nos dará una imagen más clara y nítida. Así pues, 1080p se ve mejor en monitores de 25 o 27 pulgadas, 1440p en los de 27 a 35, y 4K en los de al menos 32 pulgadas. Claro que podremos presentar 1080p en 32 pulgadas, pero se verá un poco borroso. Por el contrario, 4K en una pantalla de 25 pulgadas se vería demasiado denso y diminuto.
En términos generales, los monitores 1080p de 25 o 27 pulgadas son los mejores para los jugadores que buscan velocidad y respuesta. Los monitores más grandes brindan una visualización más cómoda desde mayor distancia, por lo que no hay que sentarse tan cerca, y los gráficos se ven impresionantes en pantallas más grandes. A pesar de los avances tecnológicos, los paneles más grandes aún presentan frecuencias de refresco más bajas, una respuesta más lenta y una mayor probabilidad de aparición de imágenes fantasma. No es que sea terrible, pero son mejores las pantallas más pequeñas.
Aquí podemos ver las razones por las que 1440p funciona tan bien en un monitor de 27 pulgadas y por qué creemos que los juegos de 1080p se verán estupendamente en estos monitores. ¿Queremos 4K? Esto es a lo que deberíamos aspirar, especialmente si queremos disfrutar del PC y la consola en el mismo monitor.
Es la conocida piedra de toque de los monitores para juegos: cuanto más rápidos, mejor. Aunque en su día los 60 Hz estaban bien, ahora lo normal son monitores con centenares de fotogramas por segundo. La compatibilidad de la pantalla con una frecuencia de refresco mayor ofrece muchas cosas. Los juegos y el escritorio se tornan sensibles y fluidos. La tarjeta gráfica puede expresarse en toda su magnitud sin verse entorpecida por un monitor lento. Y el retraso de entrada general se reduce porque el monitor refresca los fotogramas más rápidamente de lo que podemos pulsar un botón.
Para ser justos, no se necesita un monitor increíblemente rápido, porque la mayoría de los juegos exigen mucho de las GPU y no se ejecutarán a 240 Hz o 360 Hz, excepto en títulos como CS:GO o Rainbow Six Siege. Teniendo en cuenta los PC y la generación actual de consolas, la mayoría de los juegos funcionan en el ancho de banda de 60 Hz a 120 Hz y, por lo tanto, un monitor de 144 Hz o 165 Hz ofrecerá velocidad de sobra.
Para obtener más información, recomendamos leer sobre los monitores de 144 Hz y compararlos con la nueva generación de pantallas de 165 Hz. Luego, podremos plantearnos por qué un monitor más rápido es casi siempre la mejor opción.
Junto con la frecuencia de refresco, el tiempo de respuesta de un monitor determina lo suave y fluido que será jugar en él. Cualquier discrepancia entre la tarjeta gráfica y el monitor provocará parones y desgarramientos. Además, un monitor de respuesta lenta lleva aparejado un mayor retraso de entrada, que puede volverse notable en los juegos, especialmente en títulos de ritmo vertiginoso. Normalmente, los fabricantes utilizan los valores de gris a gris (GAG) y de tiempo de respuesta de imágenes en movimiento (MPRT) para expresar la velocidad de un monitor. MPRT es más útil para medir las probabilidades de que una pantalla se vea borrosa o muestre imágenes fantasma. GAG es útil como medida general de la respuesta de una pantalla, ya que refleja la capacidad de cambiar rápidamente el color de los píxeles. Lo que se busca es estar en ambos casos lo más cerca posible de cero, aunque ese extremo es imposible. En el caso de GAG, cualquier valor inferior a 4 ms es aceptable. Al fijarnos en el MPRT, debemos decantarnos por 1 ms si podemos.
Tecnologías como FreeSync y G-Sync, conocidas como “frecuencia de refresco variable”, ayudan a sincronizar el monitor con la GPU para evitar el desgarramiento de imagen. Sin embargo, el retraso de entrada total (el tiempo entre que pulsamos una tecla o botón y que se muestra en pantalla la acción correspondiente) depende principalmente de las funciones internas del monitor.
¿Más información sobre el tiempo de respuesta? ¿Por qué no? Aunque el tiempo de respuesta y el retraso de entrada estén relacionados, no son exactamente lo mismo.
La mayoría de los monitores para juegos son planos; de ahí el término “panel plano”. Se llevan muy bien con cualquier género y estilo de juego, y son los predeterminados del sector. Los paneles curvos han ido ganando popularidad durante los últimos años a medida que ha mejorado su fabricación. Los monitores curvos, más adaptados a la profundidad natural del campo de visión humano, proporcionan ese codiciado factor de “inmersión” del que todo el mundo habla. Es una cuestión de gustos, por lo que recomendamos probar un monitor curvo antes de tomar la decisión de compra. La profundidad de la curva se expresa mediante un número seguido de una R, que hace referencia al radio de la curvatura. Así, un monitor 1000R tiene 1000 mm de borde a borde, 1900R tiene 1900 mm y así sucesivamente. Cuanto menor sea ese valor, más cerca estarán los bordes y más pronunciada será la curva.
Dado que los monitores curvos son casi siempre ultrawide de 21:9, ofrecen un campo de visión mayor que sus contrapartes planos. Esto resulta ser útil en cualquier juego o aplicación, porque simplemente obtenemos más visualización por cada cuadro. Un campo de visión más bajo implica la necesidad de mover la pantalla (y la cabeza) para ver más allá de los bordes del cuadro. Si nos interesan especialmente los juegos de simulación, como por ejemplo los simuladores de carreras o de vuelo, puede que la mejor opción sea un monitor curvo ultrawide. Sin duda ofrecerá una visualización más realista y atractiva que una pantalla plana. Para otros tipos de juegos, la diferencia no está tan clara.
A quienes se debatan entre curvo o plano, podemos ofrecerles ayuda. También tenemos una guía más detallada sobre monitores curvos y una explicación de diferentes gradientes de curvas.
Si bien las características básicas de los monitores para juegos pueden ser muy similares entre los distintos fabricantes, también hay que buscar aspectos específicos y exclusivos que puedan ser de nuestro interés. Por ejemplo, BenQ HDRi va más allá de las especificaciones HDR básicas. Funciona junto con los modos de imagen personalizados y los sensores de luz ambiental para brindar una experiencia personalizada de alto rango dinámico que se adapta mucho más a las preferencias del usuario. HDRi ofrece un HDR reactivo e inteligente, descrito con mayor detalle en este artículo.
Las sesiones de juego prolongadas pueden afectar a la vista del jugador. Los monitores más sencillos y básicos no ayudan mucho en este aspecto. Los monitores para juegos de BenQ con tecnología Eye-Care filtran la luz azul dañina y eliminan el parpadeo para garantizar una mayor comodidad de visualización. Además, por supuesto, nuestros monitores para juegos cuentan con duraderas pantallas antirreflectantes para evitar los molestos reflejos que amenazan con arruinar el placer de jugar.
Muchos fabricantes de monitores pasan por alto la importancia del sonido, pero eso no pasa con BenQ. Nuestro equipo de ingenieros de sonido treVolo dota a los monitores de un potente audio de 2.1 canales con dos altavoces y un subwoofer. No es el sonido metálico que quizás hayamos escuchado en los altavoces de los típicos monitores. Se trata de configuraciones de audio personalizadas y diseñadas para un potente sonido de juego. Recomendamos utilizar auriculares para no molestar a los demás mientras jugamos.
Por último, los monitores para juegos de BenQ ofrecen más opciones para ajustar la calidad de la imagen al gusto de cada uno, sin que haya que limitarse a ver las imágenes “tal cual”. Color Vibrance ofrece veinte niveles de intensidad de color que probar, mientras que Black eQualizer y Light Tuner optimizan las zonas oscuras y brillantes de la pantalla para asegurarse de que no nos perdamos ningún detalle. Se trata de dos opciones extremadamente útiles para los aficionados a los juegos de disparos en primera persona, ya que los adversarios que se esconden en zonas demasiado oscuras son un problema conocido. Del mismo modo, las zonas demasiado brillantes de la pantalla hacen desaparecer los detalles, pero los monitores de BenQ poseen la tecnología para evitar que esto suceda.
Juegos de rol, con mucha historia, de exploración y narrativos: estos necesitan un buen color y una mayor resolución, en lugar de pura velocidad y respuesta. El EX2780Q es lo que estamos buscando para adentrarnos en una nueva aventura.
Frenéticos juegos de disparos en primera persona: velocidad de fotogramas y respuesta por encima de todo. Por lo general, se juegan con configuraciones y resoluciones más bajas, de modo que lo que se busca es un bonito y rápido monitor 1080p. Recomendamos los MOBIUZ EX2510S/EX2710S a 165 Hz con 1 ms de MPRT.
Simuladores de carreras y de vuelo: como hemos dicho anteriormente, ultrawide y curvo es una excelente combinación para los aficionados a la simulación. Cabe echar un vistazo más de cerca al EX3415R, EX3203R y EX3501R. Todos ellos son magníficos monitores con refrescos de 100 Hz a 144 Hz y rápida respuesta, además de ofrecer un audio impresionante.