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¿Cómo usar dos monitores para juegos a 165 Hz?

BenQ
2021/08/11
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Pros y contras de conectar dos monitores de 165 Hz

A medida que los monitores de 165 Hz van haciéndose más populares y habituales, surge la demanda natural de tener más de uno. La zona de visualización ampliada atrae a muchos jugadores y trabajadores, especialmente a los interesados por la multitarea. Ya creamos una guía bastante extensa sobre cómo conectar dos o más monitores con los 144 Hz en mente y, por supuesto, todos sus aspectos esenciales son directamente aplicables a los monitores de 165 Hz. Así pues, no aburriremos a los lectores repitiéndolo todo. No obstante, merece la pena señalar algunas cosas, especialmente la demanda ligeramente elevada de GPU que plantean los 165 Hz en comparación con los 144 Hz en una configuración de doble monitor.

 

Contestando a la pregunta que sirve de título a este artículo, las ventajas son claras. Obtenemos el doble de tamaño de pantalla, lo que ofrece una mayor inmersión, una visualización más impresionante y una multitarea y productividad mucho más efectivas. Los inconvenientes son, obviamente, más lío de cables, la incompatibilidad con ciertas aplicaciones y juegos, una mayor demanda para el hardware de gráficos y, en ocasiones, conflictos de configuración de la imagen del escritorio o del sistema operativo. Dicho todo esto, Windows 10 y el resto de los principales sistemas operativos actuales han recorrido un largo camino hacia la incorporación de configuraciones de doble pantalla, e incluso triple, por lo que no nos toparemos con demasiados problemas. 

Aspectos clave que tener en cuenta

Resolución: Este es muy importante. Nada nos impide emparejar un monitor de 1080p con uno de 4K, pero no podremos extender la pantalla, y hasta su duplicación causará problemas. Debemos optar por monitores de idéntica resolución, como por ejemplo dos monitores para juegos de 1080p a 165 Hz. 

 

Tarjeta gráfica: Mientras que 1080p a 165 Hz en una sola pantalla no da problemas en la mayoría de las tarjetas gráficas lanzadas durante los últimos años, en una configuración de doble monitor hay que estar preparados para duplicar la carga gráfica. Incluso con el mejor escalado, que supuestamente “engaña” a la GPU para que piense que las dos pantallas son en realidad una sola, la regla de oro para disfrutar de tranquilidad absoluta es contar con una GPU por cada pantalla. Dado que eso actualmente es inviable ante la desaparición efectiva de SLI y CrossFire, hay que tener una GPU razonablemente potente para dos monitores de 1080p esperando 165 Hz. Esos dos monitores tienen una resolución total de 1920 x 2160 en modo extendido o, en teoría, 4,1 millones de píxeles, lo que duplica el número de píxeles de 1080p.

Para gestionar esos dos monitores sin problemas, necesitaremos una buena tarjeta gráfica que nos proporcione una red de seguridad en cuanto al rendimiento. Una RTX 3060 o RX 6700 servirán pero, si no podemos encontrarlas, una RTX 2070 o RX 580 también deberían bastar. En cuanto a la VRAM, buscamos más de 6 GB, lo que no debería suponer un problema. 

 

Cables: En el momento de escribir este artículo, seguimos sin poder recomendar HDMI para configuraciones de dos monitores. Aunque HDMI 2.1 admite la conexión en daisy chain, aún no es habitual ni está tan maduro como el apoyo que proporciona DisplayPort para enlazar monitores. Conectar nuestro equipo de escritorio al primer monitor a través de DisplayPort 1.4 y ese monitor al segundo usando DisplayPort 1.4 también brinda un amplio ancho de banda para 1080p a 165 Hz y 1440p a 144 Hz sin incurrir apenas en latencia alguna. DisplayPort de VESA es, con mucho, el estándar preferido cuando se trata de dobles monitores, pero esperamos que HDMI mejore mucho en un futuro próximo.

Dado que asumimos que los dos monitores estarán en un entorno de escritorio, no será necesario comprar cables DisplayPort largos. Con 1,5 m bastará, y algo más largo no haría más que reducir la fidelidad de la señal, aunque solo fuera un poco. 

Configuración y ventajas reales

La guía que creamos anteriormente contiene más información, pero es realmente simple. Solo es cuestión de conectar cables y luego ir a la configuración de pantalla en Windows y al controlador de la tarjeta gráfica para detectar las pantallas y elegir si queremos extender o duplicar. En la mayoría de los casos, lo que hace falta es extender. Es la forma de obtener un área de visualización enorme para los juegos y las aplicaciones de escritorio. La duplicación es más para los usuarios de portátiles que desean ver el escritorio en una pantalla más grande que la que les proporciona su equipo.

 

Una vez configurada, la pantalla extendida ofrece un campo de visión gigantesco en juegos y aplicaciones de escritorio. Pasado un tiempo, la mayoría de la gente no nota el marco entre los monitores y, en general, unir dos monitores de 1080p es más barato que comprar un gran monitor 4K, además de que se obtienen frecuencias de refresco mayores con menor demanda de la GPU. Los monitores con 4K a 165 Hz son prácticamente desconocidos en el verano de 2021, porque aún no existe GPU que pueda mantener ese rendimiento en muchos juegos. Dos monitores MOBIUZ de 25 pulgadas 1080p a 165 Hz ofrecen casi el mismo tamaño de pantalla que un monitor 4K de 48 pulgadas, pero por aproximadamente una tercera parte del precio y con las mismas opciones para juegos, o incluso mejores, como son el refresco variable, HDR, MPRT de 1 ms y un potente audio. No hay que olvidar que, aunque son geniales, esos grandes monitores 4K suelen ser televisores reconvertidos con paneles VA más lentos u OLED supercaros. Cuanto mayor sea la pantalla, más lenta será la respuesta y es más probable que aparezcan imágenes fantasma. Dos ágiles monitores IPS de 25 pulgadas ofrecen mayor rapidez. 

¿Qué pasa con los monitores curvos?

En lo que se refiere a la configuración y al cableado, no hay diferencia, pero las pantallas curvas rara vez se utilizan en modo de doble monitor porque su diseño no permite ponerlos perfectamente uno al lado del otro. Si ponemos dos monitores curvos uno junto al otro, se producirá una “cresta” a lo largo de la línea de unión que puede resultar molesta. Los monitores planos son ideales para su uso como dobles pantallas; en el caso de los monitores curvos, sugerimos utilizar una única pantalla un poco más grande.

 

La conclusión es que la frecuencia de refresco de pantalla a 165 Hz no supone diferencia hasta que se alcanzan las limitaciones de ancho de banda. Mientras nos quedemos con 1080p a 165 Hz no habrá problema, porque DisplayPort puede transportar ese tipo de datos visuales sin esfuerzo. Llegado el momento de emparejar dos monitores 4K a 240 Hz, ¡tendremos que escribir un nuevo artículo! 

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