Cómo elegir el tipo de pantalla de proyector, tamaño, material y más

BenQ
2019/10/09

Si te gusta disfrutar de tu contenido en la mejor calidad posible, seguramente ya sabes que un proyector es insuperable para una experiencia realmente de cine. Eso sí, un buen proyector es solo una parte de todo el sistema: la pantalla sobre la que proyectas marca la diferencia.

A veces, tras invertir en un proyector de primera, la gente olvida hacerse con una pantalla adecuada. Proyectar sobre una pared o una superficie blanca cualquiera tiene un impacto negativo en la calidad de imagen. El contraste, la resolución y la reproducción de color sufren especialmente si usas una superficie no diseñada para proyección.

De hecho, tenemos un artículo dedicado a los avances tecnológicos que han dado lugar a superficies que rechazan la luz y otros avances que mejoran la calidad de imagen. Antes de seguir leyendo, quizás te interese saber más sobre tecnologías de resistencia y rechazo de luz aquí.

Incluso sin tecnologías específicas para mejorar la superficie, ¿qué es lo que hace que una pantalla sea mejor que una pared blanca corriente? Y aún más importante: ¿cómo escoger la pantalla adecuada sin gastar de más? Vamos a tratar los tres aspectos principales de las pantallas: material, tamaño y estilo. Después veremos cómo elegir la mejor para tu habitación y proyector.

Estilo de pantalla

Existen dos estilos principales o diseños básicos de pantallas: fijas y retráctiles. La que mejor se adapte a tus necesidades depende sobre todo de la habitación en la que piensas usar tu proyector. Además, las pantallas retráctiles suelen ser más caras que las fijas, algo importante a tener en cuenta.

Pantallas fijas

Si tienes espacio disponible, siempre es mejor optar por una pantalla fija. Una pantalla fija está compuesta por un marco de aluminio o madera que sujeta la pantalla de forma muy tensa, que suele estar fabricada en PVC. Este formato ofrece una superficie de proyección muy uniforme y lisa por el menor precio, gracias a su construcción sencilla.

Además, desde el punto de vista de la instalación, es fácil de montar. Si sabes colgar un cuadro en una pared, ya puedes instalar una pantalla fija en tu sala de ocio. Solo tienes que asegurarte de que queda centrada y a la altura adecuada para tener una pantalla de calidad lista para tu próxima sesión.

El inconveniente de las pantallas fijas es su tamaño. Para que te hagas una idea, una pantalla de proyección de 120" de diagonal mide unos 2,65 metros de ancho. Una pantalla tan grande puede quedar fuera de lugar en la mayoría de salones, así que normalmente necesitas una sala de cine dedicada para no invadir el espacio de tu día a día.

Pantallas retráctiles

Si no cuentas con una sala de cine dedicada, una pantalla retráctil puede darte la flexibilidad que necesitas. Este tipo de pantalla se puede desenrollar cuando te apetece ver una película y se guarda rápidamente fuera de la vista cuando terminas. Puedes colocar este tipo de pantallas delante de cualquier pared o incluso sobre tu televisor actual.

Las pantallas retráctiles también te ofrecen más opciones para integrarlas de forma discreta en tu habitación, ya que puedes ocultarlas hasta que las vayas a usar. Vienen en dos formatos principales: de enrollar hacia arriba y de enrollar hacia abajo. Las de enrollar hacia abajo se pueden montar en la pared o en el techo, permitiendo esconder la pantalla completamente cuando no la necesitas. Las de enrollar hacia arriba normalmente se colocan en el suelo, detrás del centro de entretenimiento, o se integran en un mueble a medida, apareciendo de forma mágica cuando llega la hora de la película.

Cualquiera de estos dos tipos de pantallas retráctiles funciona igual de bien. Sin embargo, hay dos aspectos adicionales que deberías tener presentes para cualquier pantalla retráctil.

El primero es que, para obtener el mejor rendimiento de una pantalla retráctil, lo ideal es buscar una que sea con tensión lateral (tab-tensioned). Este tipo de pantalla tiene un sistema que asegura una superficie perfectamente tensa y plana al desplegarla, y que se recoge junto con la pantalla al guardarla. Sin tensión, las pantallas retráctiles tienden a curvarse o arrugarse, lo que afecta la experiencia de visualización y produce distorsiones, especialmente visibles en escenas panorámicas.

El segundo aspecto importante es que estas pantallas retráctiles pueden ser manuales o motorizadas. Las manuales son ligeras, más económicas y no necesitan electricidad, lo que facilita su instalación rápida en cualquier sitio. Al no tener motor, requieren menos mantenimiento y suelen durar más años. Eso sí, tendrás que levantarte para desplegarlas a mano, lo que puede parecer poco práctico si ya tienes todo lo demás con mando a distancia.

Las pantallas motorizadas existen precisamente para solucionar ese inconveniente. Ofrecen un toque elegante a tu sala, desplegándose de forma suave al pulsar un botón. Puedes controlarlas con un mando, un interruptor de pared o incluso conectarlas al puerto trigger 12V disponible en muchos proyectores. Recuerda que requieren alimentación eléctrica y cableado adicional si usas la función automática. Las pantallas eléctricas motorizadas suelen ser las más caras, pero también las más versátiles y funcionales.

Tamaño de pantalla

Después de decidir el estilo que mejor va con tu sala, llega el momento de elegir el tamaño adecuado para tu pantalla de proyección. Aunque, por lo general, más grande suele ser mejor, el gran tamaño de las pantallas de proyector plantea algunos retos que rara vez se dan con las televisiones, ya que estas rara vez superan las 75" en diagonal.

La diferencia de precio entre una pantalla de 100" y una de 120" suele ser mínima, así que seguramente querrás elegir el mayor tamaño que te quepa en la pared. No obstante, conviene tener en cuenta algunos otros factores a la hora de elegir el tamaño óptimo.

Distancia de visualización

Aunque tengas una pared lo suficientemente grande, apostar siempre por la pantalla más grande no necesariamente es la mejor estrategia. Y es que, cuanto más grande sea la pantalla, más lejos tendrás que sentarte para verla cómodamente. Si tu sala no es lo bastante grande, tal vez te convenga una pantalla más pequeña.

Para calcular la distancia óptima de visualización, necesitamos tener en cuenta el campo de visión del ojo humano. Las directrices de la SMPTE (Sociedad de Ingenieros de Cine y Televisión) recomiendan sentarse a una distancia en la que la pantalla ocupe al menos 30° de tu campo visual, mientras que THX recomienda 40° para una experiencia cinematográfica. Un modo sencillo de calcular esta distancia es multiplicar el tamaño de la pantalla por 1,2 para una experiencia de cine o por 1,6 para un uso estándar.

Si sigues la recomendación de THX, una pantalla de 120" se disfruta mejor desde 144 pulgadas (unos 3,65 metros) de distancia, mientras que una de 100" ofrece la mejor experiencia si te colocas a tres metros.

Relación de aspecto

Las pantallas de proyector están disponibles, al menos, en tres relaciones de aspecto diferentes: 4:3, 16:9 y 2,35:1. El contenido en formato 4:3 es típico de programas de televisión antiguos y hoy en día prácticamente está en desuso, ya que ha sido reemplazado por el formato 16:9. Sin embargo, si quieres vivir una experiencia similar a la del cine, el formato anamórfico 2,35:1 es la mejor opción.

Para elegir la relación de aspecto ideal para tu pantalla, es importante considerar el tipo de contenido que ves con mayor frecuencia y los formatos que admite tu proyector.

Utilizar una pantalla 4:3 para ver contenido en formato panorámico hará que aparezcan franjas negras en la parte superior e inferior de la imagen, lo que se conoce como “letterboxing”. Ver contenido anamórfico en una pantalla 16:9 también necesitaría estas franjas negras. Vale la pena mencionar que hoy en día la mayoría de los programas de televisión son 16:9, mientras que muchas producciones cinematográficas todavía se filman en 2,35:1.

Para utilizar una pantalla de proyección anamórfica, necesitas un proyector compatible o ajustar el proyector para asegurarte de que las franjas negras queden fuera del área de proyección.

Los sistemas de proyección más avanzados pueden cambiar automáticamente su relación de aspecto utilizando enmascaramiento, cubriendo partes de la pantalla de forma dinámica para adaptarse al formato del contenido de origen.

Para aprovechar al máximo una pantalla ultra panorámica, puedes utilizar el zoom de imagen para que las franjas negras queden fuera de la pantalla. Sin embargo, esto podría afectar la resolución de la imagen al ampliar detalles no deseados y también puede hacer que la imagen se vea menos brillante. Si prefieres evitarlo, algunos proyectores más avanzados son compatibles con lentes anamórficas que ajustan la imagen para que encaje perfectamente en pantallas ultra panorámicas. 

Características del proyector

Mientras hablamos sobre cómo elegir una pantalla, también debes pensar bien en cómo tu proyector se integrará con la pantalla que elijas. Fíjate especialmente en características clave como la distancia de proyección, el brillo, el soporte del formato de aspecto y, por supuesto, la resolución.

Propiedades de los materiales de pantalla

Un aspecto esencial más a considerar es el material de la pantalla. El enlace de arriba sobre nuevas tecnologías de pantallas te servirá para conocer a fondo este tema, pero ten presente que el material puede alterar completamente las propiedades de imagen, ¡así que elige con cuidado!

Color

Aunque la pantalla clásica de proyector suele ser blanca, existen superficies en diferentes colores según el uso. No obstante, si buscas una pantalla para entretenimiento en casa, lo mejor es mantenerte en el blanco.

Ganancia

Algunas pantallas tienen recubrimientos especiales para aumentar artificialmente el brillo y favorecer un HDR más llamativo. Sin embargo, esto a menudo limita el ángulo de visión y puede provocar que la imagen no tenga un brillo uniforme, haciendo que ciertas zonas se vean demasiado iluminadas. Recomendamos un recubrimiento neutro, sin aumento de ganancia. Con los proyectores actuales compatibles con HDR, este tipo de soluciones ya no aporta beneficios reales.

Pantallas acústicas

Por lo general, las pantallas utilizan un material similar a una tela para bloquear y reflejar la luz lo mejor posible. Por eso también bloquean el sonido y requieren que los altavoces se coloquen a los lados o en otra parte de la sala. Las pantallas acústicas emplean un tejido de malla que busca equilibrar la reflectividad y la transparencia acústica, o paso del sonido. En otras palabras, estas pantallas intentan dar una buena imagen dejando pasar las ondas de sonido, así puedes poner los altavoces justo detrás y ahorrar espacio. Eso sí, tu experiencia puede variar mucho dependiendo de la calidad de fabricación de la pantalla acústica. Para ir a lo seguro, te recomendamos elegir una pantalla convencional de tela.

¡Hora de elegir!

No te preocupes, aunque hay mucho que tener en cuenta al elegir pantalla para tu proyector, todo es para que disfrutes al máximo durante años. No es ninguna tarea pesada, ¡todo lo contrario!, así que diviértete montando tu nuevo espacio multimedia en casa. Además, en nuestro centro de conocimiento sobre proyectores tienes un montón más de consejos e ideas; ¡pásate a echar un vistazo!

Serie recomendada de proyectores

¿Ha sido útil este artículo?

No

Subcríbete a nuestro newsletter

Mantente informado de los lanzamientos de productos, novedades y beneficios exclusivos.

Subscríbete
TOP